martes, 6 de octubre de 2009

La Fábula del Escuerzo y el Cervatillo

por Herbert Orre


Había una vez un pequeño escuerzo color café brincando

a orillas de un río:

pili pili pili decían sus patitas

pili pili pili una y otra vez

Ensimismado en sus saltitos estaba cuando salió a su

encuentro el conocido cervatillo bufarrón.

El cervatillo le dijo al oído, con mirada pícara:

“Intenta pues adivinar de que color son mis cornamentas,

pero sin abrir los ojos y te regalaré un ramillete de petunias”

“Petunia es esta”, le dijo contrariado el pequeño escuerzo.

“Agarrá para el bosque, son harto conocidas tus artimañas

de mamífero penetrador”

El cervatillo se retiró a la floresta profundamente deprimido,

y el escuerzo logró, con el paso de los años, elaborar

semejante desencuentro.

Hoy, ambos, cervatillo y escuerzo son amigos inseperables y

también fogosos amantes, pero con respeto y armonía.

MORALEJA:

No siempre una morcilla tiene relleno oscuro, ni el futuro tiene

un solo dobladillo.